El Ayuntamiento de Aguaviva aprobó la declaración de la Nevera como Monumento de Interés Local en el último Pleno Ordinario celebrado el pasado viernes de forma telemática. Se trata a su vez del primer paso de un proyecto más amplio con el cual se espera que todas las neveras incluidas en la ruta de las Bóvedas del Frío del Bajo Aragón sean consideradas como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Lugares de Interés Etnográfico.

El proceso para dicha declaración se inició también mediante acuerdo plenario el pasado 30 de septiembre, una vez recopilados los correspondientes informes técnicos. Posteriormente se abrió un periodo de información pública, el cual se completó sin la presentación de ninguna alegación al respecto, y se solicitó el preceptivo informe a la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural, cuyo pronunciamiento se produjo de forma favorable. A partir de este momento, una vez formalizada ya la declaración, ésta se pondrá en conocimiento del Director General de Patrimonio Cultural con objeto de la inclusión del inmueble en el Catálogo General del Patrimonio Cultural Aragonés, de manera que tenga efecto sobre el mismo la aplicación del sistema de declaración y el régimen de protección establecido para los bienes catalogados en la legislación vigente.

La Nevera de Aguaviva se localiza en las afueras del casco urbano y está emplazada en lo alto de un pequeño promontorio, el cual domina una amplia extensión de terreno llano. La construcción del depósito fue realizada en la ladera, aprovechando el desnivel para facilitar su excavación. Es evidente, por tanto, su carácter de nevera urbana que tenía como finalidad el abastecimiento de hielo a la propia población.

El depósito es de planta circular, con paredes realizadas mediante piedra sillar tosca alternada con mampuestos careados, ajustando su colocación en seco y en algunas zonas con argamasa de tierra y cal. Se puede observar la presencia de vanos ciegos en los muros, con una finalidad de técnica constructiva de los mismos o para situar una plataforma que facilitase el trabajo en el interior de la nevera. El acceso era de tipo lateral, situado en la intersección entre el final del mismo y el principio de la cúpula, conservándose todavía la rampa de pendiente descendente que precedía a la abertura, situada a modo de hendidura en el muro y flanqueada en sus costados por las propias paredes de la construcción.

El antiguo pozo tiene unas dimensiones que estarían asociadas a una nevera de capacidad media respecto al conjunto de neveras de la comarca. La carga de la nieve se realizaba por el vano cuadrangular cenital, dispuesto en la parte superior de la cubierta del pozo. Su estructura y emplazamiento parecen adscribirla claramente al grupo de neveras comunales de carácter urbano, construidas para el abastecimiento a la propia población.

Durante años fue utilizada como vertedero de basura y animales, conservándose en buen estado el pozo y parte del arranque de la cubierta de piedra. De la antigua cubierta de piedra, a modo de falsa bóveda por aproximación de hiladas, permaneció el arranque de la misma, alternando sillares y mampuestos. En 2008, mediante una intervención con el objetivo de revalorizar el patrimonio monumental local, se procedió a la eliminación de los vertidos que conservaba en su interior y a la reconstrucción de la parte superior del abovedamiento. También se recreó la actividad por medio de dos personajes recortados en chapa metálica.