El Ayuntamiento de Aguaviva ha presentado alegaciones ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico al proyecto de la Central Hidroeléctrica Reversible «Pérsica», impulsado por la empresa Ésera Solar S.L.U. en los términos municipales de Aguaviva, La Ginebrosa, Calanda, Castelserás, Alcañiz, Alcorisa y Andorra, dentro del trámite correspondiente a la determinación del alcance del estudio de impacto ambiental.

La CHR «Pérsica» es una instalación de almacenamiento de energía eléctrica basada en la operación de una central de bombeo reversible con una capacidad de 6,98 GWh – 648 MWe que tiene como objetivo, según sus promotores, contribuir a gestionar parte del parque de generación renovable instalado en el Bajo Aragón, contribuyendo a eliminar los vertidos de los sistemas de generación renovable y permitiendo avanzar en la descarbonización del sistema eléctrico.

Este tipo de instalaciones permiten bombear agua de la balsa inferior al depósito superior cuando el precio de la electricidad es más barato o hay excedentes de energía en el sistema, y turbinar en las horas de punta de consumo o de carencia de producción dejando caer el agua por gravedad. De esta forma, el circuito actúa como un gran almacén energético que facilita gestionar la energía renovable y salvar la intermitencia de las tecnologías solar y eólica.

El proyecto prevé la construcción de dos almacenamientos de agua, ambos separados de cauces permanentes de agua y situados en la margen derecha del río Guadalope, desde donde se realizaría la captación de agua, a la altura del término municipal de Aguaviva, para las fases de llenado inicial, con una aportación de 12,69 hm³, y de reposición de las pérdidas por evaporación (0,86 hm³/año), a través de una concesión de agua de 3.000 l/s.

El almacenamiento superior estaría ubicado en el paraje denominado “La Cruceta”, en el “Collado de Solán”, a caballo entre los términos municipales de La Ginebrosa y Calanda, y tendría una capacidad de 9,51 hm³, una superficie de afección de 59,4 ha y una altura máxima del talud de 73,0 m. Por su parte, el almacenamiento inferior se localizaría al oeste del paraje denominado “El Rincón Caliente”, al norte del “Cabezo Gordo”, en el término municipal de Calanda, con una capacidad de 10,70 hm³, una superficie de afección de 61,2 ha y una altura máxima del talud de 56,5 m.

Además de la toma, se instalaría un sistema de bombeo de conexión con el almacenamiento superior, y a su vez, con una conducción que llegaría hasta el almacenamiento inferior para trasegar a este último al menos el volumen de agua necesario (15% de su volumen útil) para poder efectuar la puesta en marcha de las turbomáquinas instaladas. Por último, se desarrollaría una nueva línea eléctrica de conexión con la SET Mudéjar ubicada en la localidad de Andorra, donde se llevaría a cabo la evacuación de la energía producida en la Central Hidroeléctrica

Así pues, las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento están basadas, entre otros motivos, en el impacto ambiental y paisajístico del proyecto debido a su sobredimensionamiento, en las afecciones sobre el recurso hídrico de la cuenca del Guadalope, y en la falta de planificación y ordenación de las instalaciones de producción energética que deriva en el fraccionamiento de los diversos proyectos pese a estar ligados entre sí.

En la documentación presentada por la empresa promotora no aparece ningún estudio de alternativas que justifique la elección del lugar de captación de agua en el río Guadalope, que afecta asimismo al cauce el río Bergantes, el cual forma parte de la Red Natura 2000, al tener que atravesarlo con la conducción hacia el almacenamiento superior. Es por ello que cabe poner de manifiesto el alto valor natural del río Bergantes, en la medida de que es uno de los últimos ejemplos de ríos sin regulación de caudales que queda en las cuencas mediterráneas españolas y por tanto está sometido a la dinámica natural de esta tipología de cauces.

Por tanto, en el caso de que desee continuar con la solución propuesta hasta el momento, el promotor debería aportar la documentación que acredite el cumplimiento de que el proyecto responde a razones imperiosas de interés público de primer orden y no existen otras alternativas viables, tal y como se indica en la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, resultando especialmente importante que la determinación de la ausencia de alternativas se realice de manera extensiva y minuciosa, incorporando todas las soluciones y ubicaciones posibles.

Otra de las principales cuestiones que preocupan al Ayuntamiento es la disponibilidad de agua procedente de la cuenca del Guadalope ya que, pese a la importante regulación que ofrecen los embalses de Santolea, de Calanda, del Civán o de la Estanca de Alcañiz, esa capacidad de almacenamiento puede generar que se autoricen una importante cantidad de concesiones de agua que quizás posteriormente no se puedan atender, dado que contar con el volumen susceptible de almacenamiento no implica de manera directa que se vaya a disponer del recurso hídrico en un contexto de cambio climático como el actual, con fuertes episodios de sequías y aumentos severos de temperaturas.

A esta problemática se suma a su vez la tesitura generada por la salida de Endesa como usuario principal de la cuenca tras el cierre de la Central Térmica de Andorra, situación que todavía no presenta solución y que va a provocar un fuerte impacto para todos los usuarios del Guadalope, dado que Endesa realizaba unas importantes compensaciones, tanto económicas como de aportación de recurso hídrico aguas abajo, a cambio de obtener la reserva necesaria en el embalse de Calanda para la refrigeración de la Central.

La suma de las circunstancias antes descritas deriva en que la cuenca presente ya una gran presión que no hará sino incrementarse en caso de ejecutarse el proyecto de la CHR y que podría afectar a los agricultores de la zona. Las previsiones de pérdidas por evaporación están realizadas en base a los datos existentes, pero no incorporan la previsión de sustancial incremento de temperatura que se producirá en las próximas décadas (el proyecto tiene una vida útil de al menos 75 años), y que provocará también un importante aumento de dichas pérdidas por evaporación.

Asimismo, el proyecto toma como una de sus premisas fundamentales a la hora de establecer su ubicación la cercanía a zonas de elevada producción de energía renovable no gestionable como los futuros parques eólicos y fotovoltaicos que se están tramitando para su construcción en la zona del Bajo Aragón Histórico. Sin embargo, la valoración de los impactos ambientales que producirán dichos proyectos, así como la CHR “Pérsica”, no se ha valorado en conjunto, sin contemplar por tanto  el efecto multiplicador que ello conlleva.

Por último, desde el Ayuntamiento de Aguaviva se insiste en la necesidad de cambiar el modelo energético y apostar por la descarbonización de la economía para mitigar el cambio climático y sus consecuencias mediante un sistema ambiental, social y económicamente justo que no favorezca la especulación, que no contribuya a la desertización del medio rural, que cree empleo de calidad, y que favorezca la eficiencia energética, el autoconsumo y la generación distribuida de energía.