Nevera

El antiguo pozo de la nieve se localiza a 551 metros de altitud, en las afueras del casco urbano. Se accede hasta el mismo siguiendo el camino de prolongación de la calle La Fuente, cuyo desvío está situado al final del pueblo, perpendicular a la travesía que atraviesa la localidad en dirección a Zorita del Maestrazgo y Morella. La nevera está emplazada junto al camino, en lo alto de un pequeño promontorio situado a la derecha del mismo, el cual domina una amplia extensión de terreno llano. La construcción del depósito fue realizada en la ladera, aprovechando el desnivel para facilitar su excavación.

El depósito es de planta circular, con paredes realizadas mediante piedra sillar tosca alternada con mampuestos careados, ajustando su colocación en seco y en algunas zonas con argamasa de tierra y cal. Se puede observar la presencia de vanos ciegos en los muros, con una finalidad de técnica constructiva de los mismos o para situar una plataforma que facilitase el trabajo en el interior de la nevera. El acceso al pozo era de tipo lateral, situado en la intersección entre el final del mismo y el principio de la cúpula, conservándose todavía la rampa de pendiente descendente que precedía a la abertura, de 1’7 metros de largo por 0’9 metros de ancho, situada a modo de hendidura en el muro y flanqueada en sus costados por las propias paredes de la construcción. Su amortización parcial no permite conocer si existían elementos de desagüe.

El depósito tiene unas medidas aproximadas de 4’5 metros de diámetro, reduciéndose 1 metro por cada extremo a la altura visible de los restos de la bóveda y unos 2-2’5 metros de profundidad observable, que estarían asociadas a una nevera de capacidad media respecto al conjunto de pozos de nieve de la comarca. La carga de la nieve se realizaba por el vano cuadrangular cenital: dispuesto en la parte superior de la cubierta del pozo. Su estructura y emplazamiento parecen adscribirla claramente al grupo de neveras comunales de carácter urbano, construidas para el abastecimiento a la propia población.

Durante años fue utilizada como vertedero de basura y animales, conservándose en buen estado el pozo y parte del arranque de la cubierta de piedra. De la antigua cubierta de piedra, a modo de falsa bóveda por aproximación de hiladas, permaneció el arranque de la misma, alternando sillares y mampuestos. En 2008, mediante una intervención con el objetivo de revalorizar el patrimonio monumental local, se procedió a la eliminación de los vertidos que conservaba en su interior y a la reconstrucción de la parte superior del abovedamiento.

Desde el año 2017 la nevera de Aguaviva forma parte de ‘Las Bóvedas del Frío’, una ruta temática basada en la rehabilitación de una serie de neveras construidas en la zona del Bajo Aragón – Matarraña durante los siglos XVI y XVII (más información en la web de la ruta de Las Bóvedas del Frío).