El Gobierno de Aragón, a propuesta de la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández, ha aprobado hoy la declaración de las alfombras procesionales en nuestra Comunidad Autónoma, entre las cuales figuran las alfombras de serrín del Santísimo Misterio de Aguaviva, como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial.

La realización de las alfombras, cubriendo las calles y plazas de algunas localidades de Aragón, suele tener lugar con ocasión de la festividad o celebración litúrgica católica del Corpus Christi. No obstante, hay ocasiones en que su celebración se trasladó a festividades diferentes en honor a un santo patrón, como es el caso de Aguaviva, localidad que las celebra el día 28 de agosto.

En términos generales, el proceso de alfombrado consiste en cubrir el suelo de calles y plazas públicas con diversos materiales como ramas, pétalos de flores, serrín, virutas de madera, papeles o granos de arroz, normalmente teñidos de colores, a excepción de las plantas y flores que se combinan en su estado y colores naturales.

Con estos materiales se forman dibujos vegetales, geométricos y escenas figurativas. Antes de la extensión de este material y en un trabajo en días previos, se eligen los temas, se dibujan y recortan sobre cartones-plantillas. Posteriormente, la noche previa a la procesión, se acoplan sobre los suelos y se procede a verter el material elegido, que se guarda en sacos.

Las alfombras más conocidas en Aragón son las de Tamarite de Litera en Huesca, Aguaviva en Teruel y Daroca en Zaragoza, en este caso por ser sede del Milagro de los Corporales, aunque hay algunas localidades más en las que la comunidad vecinal se reúne para crearlas. Así pues, destacan también por su relevancia las alfombras realizadas en Zaidín y Rivas en Zaragoza, Barbastro, Jaca, Fraga y Monzón en Huesca, así como Híjar en Teruel. El ceremonial es similar en todas las localidades.

En síntesis, las alfombras reúnen varias tradiciones: la católica, que celebra la presencia y el Misterio de Cristo en la Eucaristía; la tradición barroca del teatro religioso barroco de los autos sacramentales ilustrando pasajes de la Biblia; así como la celebración del comienzo y despertar de la naturaleza en el solsticio de verano, asimilado en honor a San Juan Bautista.

Según la información difundida por el propio Gobierno de Aragón, este sincretismo cultural precristiano y cristiano le confiere una identidad mixta culturalmente muy potente y una evolución hasta los tiempos actuales, que se traduce en valores patrimoniales inmateriales muy respaldados por la comunidad portadora.

Así pues, este reconocimiento se suma a otros con los que ya cuenta nuestra celebración más singular, como la declaración de Fiesta de Interés Turístico en Aragón, el Sello del Año Europeo del Patrimonio Cultural, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte en 2018, y el Sello de Excelencia Turística en Aragón, otorgado por el portal de internet RedAragon.com en varias ocasiones.

Cabe reseñar por último que actualmente se está trabajando en impulsar la candidatura de “La tradición de crear alfombras florales y composiciones rituales con materiales naturales” para formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Esta candidatura está integrada por España, Malta, México, Bélgica e Italia, y dentro de nuestro país por las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña y Galicia.